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Puesta de sol sobre las montañas

un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.

EFESIOS 4:5-6

Nuestra Fe

La Biblia y su inspiración Divina

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Creemos que la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis es la palabra de Dios inspirada y son la revelación de Dios para El hombre, siendo la regla infalible, inmutable y autoritaria de fe y conducta.

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Timoteo 3:16, 2 Pedro 1:21, Tito 1:2

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El Unico y verdadero Dios

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Creemos en el único Dios verdadero que se ha revelado como el eterno

existente en sí mismo "YO SOY", el Creador del cielo y de la tierra y Redentor de la humanidad. Se ha revelado también encarnando los principios de relación y asociación como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, siendo un solo Dios trino.

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Deuteronomio 6:4; Isaías 43:10,11; Mateo 28:19; Lucas 3:22

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Jesucristo el hijo de Dios, el único Salvador del mundo

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Creemos que Jesucristo es el Hijo de Dios, que ha existido como el Cristo mucho antes de la fundación del mundo y seguirá existiendo aun mas allá de la eternidad, que dejo su gloria y deidad en obediencia para venir a este mundo a salvar de la condenación del pecado a la humanidad, naciendo por medio de una mujer virgen; que revelo la verdad y que fue crucificado, murió y resucitó al tercer día; ascendió a los cielos y ahora está sentado a la diestra de Dios Padre.

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Isaías 7:14, Juan 1, Juan 3:16-18, Lucas 1:30-35

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El Espíritu Santo, nuestro ayudador

 

Creemos en el Espíritu Santo como la tercera persona da la Trinidad, quien está realizando el ministerio de Dios en la tierra en este momento, que fue enviado por el Padre para redargüir de pecado y de juicio al mundo, para enseñarnos, guiarnos, dar testimonio de nuestra relación con Dios, que nos ayuda por gracia a vivir una vida santa y agradable a Dios, nos da vida, quien nos revela la voluntad de Dios y nos da poder para predicar las buenas nuevas del Reino, quien sana, libera, restaura, edifica con su potencia y gloria como lo hizo con Jesús.

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Juan 7: 37-39, Juan 14:16-18, 2 Corintios 3:17, 1 Juan 3:24 , Juan 14:26

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El hombre y el pecado

 

El hombre fue creado bueno y justo; porque Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza". Sin embargo, el ser humano por su propia voluntad cayó en transgresión o pecado, incurriendo así no sólo la muerte física sino también la espiritual, que es la separación de Dios.

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Génesis 1:26, 27; 2:17; 3:6; Romanos 5:12-1

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Salvos por la Fe en Cristo

 

Creemos que la salvación se obtiene por medio del arrepentimiento y la confesión de pecados a Dios; es dada por gracia divina (por fe, no por obras) cuando creemos en el nombre y la persona de Cristo Jesús. Pues, Él es el único mediador entre Dios y los hombres.

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Romanos 3:21-31, Hechos 4:12

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Creados para Amar, Adorar y Servir a Dios

 

Creemos que fuimos creados para Amar, Adorar y Servir únicamente a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo y no debemos rendir nuestra adoración a falsos dioses, imágenes, cosas, criaturas, hombres o filosofías, porque es una ofensa a nuestro Dios y es considerado un pecado de idolatría y rebelión en contra de Él.

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Éxodo 20:1-7, Deuteronomio 28, Salmo 115, Isaías 40:18-31, Gálatas 5:16-26

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La Iglesia como el cuerpo de Cristo en la tierra

 

La Iglesia es el cuerpo de Cristo, la morada de Dios por el Espíritu Santo, con el encargo divino de llevar a cabo su gran comisión. Todo creyente, nacido de nuevo, es parte integral de una congregación y miembro de la iglesia de los primogénitos, que están inscritos en los cielos.

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Efesios 1:22, 23; 2:22; Hebreos 12:23

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Santidad del Creyente

 

Creemos en la santidad, como un estilo de conducta voluntario, como ofrenda viva de amor a Dios, siendo la santificación una obra hecha instantáneamente en el espíritu, pero que, también, debe ser desarrollada progresivamente en el alma y en el cuerpo del creyente.

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Hebreos 12:14, Romanos 6:19-22

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Bautismo en agua

 

Creemos en el bautismo en agua como acto simbólico o profético de identificación con la muerte al pecado y al mundo y con la resurrección a una nueva vida en Jesús con promesa de Vida Eterna.

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Marcos 16:15-16, Romanos 6:4

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Bautismo en el Espíritu Santo y Fuego

 

Creemos que todos los creyentes tienen el derecho de recibir y deben buscar  fervientemente la promesa del Padre, el bautismo en el Espíritu Santo y fuego, según el mandato de nuestro Señor Jesucristo. Esta era la experiencia normal y común de toda la primera iglesia cristiana. Con el bautismo viene una investidura de poder para la vida y el servicio y la concesión de los dones espirituales y su uso en el ministerio.

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Hechos 1:8, Hechos 2:4, Marcos 16:17

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La Cena del Señor

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Creemos en la Cena del Señor, como un sacramento o celebración ordenada por Cristo hasta su próxima venida a la tierra. Consiste en la participación de las especies eucarísticas, el pan, símbolo del cuerpo de Cristo y el vino, símbolo de su sangre derramada en la Cruz. Este acto simbólico expresa nuestra participación de la naturaleza divina de nuestro Señor Jesucristo; un recordatorio de sus sufrimientos y su muerte; y una profecía de su segunda venida.

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2 Pedro 1:4, 1 Corintios 11:26

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Los ministerios de la iglesia

 

Creemos que nuestro Señor ha provisto desde el comienzo ministerios como los dones de servicio dados por Dios al cuerpo de Cristo, y constituye un llamamiento divino y ordenado con el cuádruple propósito de dirigir a la iglesia en: (1) la evangelización del mundo y hacer discípulos, (2) la adoración a Dios, (3) el cuidado y la edificación del cuerpo de santos para perfeccionarlos a la imagen de su Hijo, y (4) satisfacer las necesidades humanas con ministerios de amor y compasión.

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Efesios 4:11, Marcos 16:15–20, Juan 4:23, 24, Salmo 112:9, Gálatas 2:10, 6:10, Santiago 1:27

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Dios gobierna su pueblo

 

Creemos en el Reino de Dios como gobierno Teocrático y en la persona de Jesús como Rey de Reyes y Señor de Señores, como

dos verdades absolutas y máximas. Que en este tiempo será Instalado en los corazones de los creyentes en Cristo y luego será hecho físico con la venida de nuestro Señor a la tierra.

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Hechos 8:1, Salmos 22:28, Salmo 103:19

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El Poder de Dios que liberta, sana y hace milagros

 

Creemos en el poder de Dios que sana a los enfermos, echa fuera demonios, hace milagros, maravillas, señales y prodigios, aun en nuestros tiempos por medio de la Persona del Espíritu Santo en la vida del creyente.

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Mateo 12:28 , Isaias 53:4, Santiago 5:14-16, Marcos 16:15

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Vida de Fe

 

Creemos que todo hijo de Dios nacido de nuevo camina y obra por Fe en la Palabra de Dios y que sin fe es imposible vivir una vida agradable a El y que por ella se heredan las promesas.

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2 Corintios 5:7, Marcos 9:23, Hebreos 11:6

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Evangelismo y la gran comisión

 

Creemos en predicar el Evangelio del Reino de forma local, nacional y mundial, por todos los medios disponibles. Haciendo discípulos, enseñándoles a guardar lo que Jesus mando, capacitándolos y siendo enviados a predicar el Evangelio para ganar nuevos discípulos.

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Mateo 28:19-20, Marcos 16:15, Romanos 1:16

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La segunda resurrección de los santos y el arrebatamiento de la Iglesia

 

Creemos con esperanza la bienaventuranza de la iglesia; la segunda resurrección de los que han muerto en Cristo y el arrebatamiento junto con los creyentes que estén vivos en la tierra, siendo llamados desde las nubes por nuestro Señor a la presencia de Dios en el cielo. El Espíritu Santo trasladará en un abrir y cerrar de ojos a los hijos de Dios, para celebrar con Cristo Jesús, las Bodas del Cordero, casándose El Señor con su novia la Iglesia.

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1 Tesalonicenses 4:16, 17; Romanos 8:23; Tito 2:13; 1 Corintios 15:51, 52.

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La segunda venida de Cristo a la tierra y el reino milenario

 

Creemos en la segunda venida de Cristo, que luego de las bodas del Cordero vendrá con su iglesia a la tierra, gobernará desde Israel por mil años como se lo prometió al Rey David, con los sobrevivientes de la gran tribulación.

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Zacarías 14:5; Mateo 24:27–30; Apocalipsis 1:7; 19:11–14; 20:1–6

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El Juicio Final

 

Habrá un juicio final en el que los pecadores muertos serán resucitados y juzgados según sus obras. Todo aquel cuyo nombre no se halle en el Libro de la Vida, será confinado a sufrir castigo eterno en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda, junto con el diablo y sus ángeles, la bestia y el falso profeta.

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Mateo 25:46; Marcos 9:43–48; Apocalipsis 19:20; 20:11–15; 21:8

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Un cielo nuevo, una nueva tierra y la nueva Jerusalem

 

Pero nosotros esperamos, según sus promesas, que después que el mal sea juzgado y su iglesia premiada, en un instante Dios creara, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Desde el cielo descenderá una ciudad celestial, llamada la nueva Jerusalem donde el pueblo de Dios viviera en perfecta armonía y paz con Dios por la eternidad.

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2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21

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